viernes, 22 de julio de 2016

Tara en Ensenada, B.C., México

Hola que tal, mi nombre es Francisco Smith Beltrán. Les dejo un pequeño escrito sobre un patrimonio cultural de la Bella Cenicienta del Pacífico, mismo que publiqué en mi Blog (http://bioproyectic.blogspot.mx/). Saludos.



Salazar Vargas R. 2014. Estatua de Tara. [Imagen]. Recuperado de http://www.ensenada.net/noticias/nota.php?id=37158

Cancelo (2002) dice que hace mucho tiempo Buda Chenrezig dolido por el sufrimiento de los seres humanos lloró y de esas lagrimas Tara nació. La lágrima representa la compasión y el cómo se trabaja en la misma. Tara posee en su vestimenta distintos colores: el verde significa aire, por lo que ella viaja en varias direcciones; el azul de su flor se define como la noche, aquella que se cierra en si para esconder su belleza y su pureza. Se dice que el que le reza obtiene protección de todo peligro, una vida más larga, sabiduría y más virtudes. Danemann (2010) nos comenta que en el año de 1992 Ensenada, Baja California, México ganó un concurso realizado por el Instituto Nepalés de Relaciones Internacionales e Intercambio Cultural A.C. donde otros participantes eran especialmente regiones de los Estados Unidos de América. La ciudad aceptó la donación de una estatua llamada Tara. Ésta figura es admirada por algunas personas, principalmente mujeres,  ya que Tara es la representación de la “energía femenina iluminada”. Marcela Danemann y la asociación civil Grupo Tara son ciudadanos que han estudiado y divulgado información de esta estatua budista y la han representado desde 1994. Ha pasado mucho tiempo para que la ciudad sea tolerante con esta fémina, ya que desde el día que se trajo a la ciudad se debatió su ubicación y fue hasta 1994 cuando se logró obtener el predio del Cerro Keki (actualmente llamado “Jardín de Tara”) para mantenerla ahí, tal como se relata en el libro Baja California: escenarios para el nuevo milenio (2002) escrito por Tonatiuh Guillén López y José Negrete Mata.

   

A través de los años han existido descuidos constantes a esta estatua y aunque se inviertan millones de pesos en su rehabilitación gracias a donaciones internacionales y nacionales, solo queda esperar que la ciudadanía se comprometa a proteger este patrimonio que muchos turistas desean visitar al llegar a la ciudad.

Referencias:

Cancelo, J. L. (2002). Un templo budista tibetano en Madrid: Buscando la interculturalidad religiosa. Indivisa: Boletín de estudios e investigación, (3), 109-158.

Danemann, M. (2010). Tara en Ensenada. La Ventana: Un vistazo afuera. Recuperado el día 19 de julio de 2016 de http://laventanadeensenada.com/reportajes/info_reportaje.php?id=288&tipo=1

Guillén López, T. & Mata, J. N. (2002). Baja California: escenarios para el nuevo milenio. T. G. López (Ed.). UNAM. P: 254.


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